¡Artículo de NO FICCIÓN!

Hace poco empecé un libro que nombraba así a la pérdida de la inspiración: la enfermedad del escritor. Se trata de ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’ de Joël Dicker, un autor suizo cuya vida creativa me recuerda un poco al protagonista del libro.
Es un thriller sobre un escritor que ha perdido la inspiración tras escribir una novela de gran éxito. Después ocurren varios sucesos que complican la vida del protagonista, y sin embargo es el bloqueo de su mente lo que le causa mayores trastornos.
Hace tiempo que quería escribir sobre la inspiración y este libro me ha animado a hacerlo.
Es un tema que llama demasiado mi atención, de ahí el título de mi blog. Quizá la inspiración sea lo más importante de un proceso creativo, pero si estás esperando un ‘paso a paso’ sobre cómo recuperarla, éste no es esa clase de post. Sin embargo, puedo decirte que a mí me ha pasado: yo perdí la inspiración durante un año y cinco meses y creo que sé cómo ayudarte.
Sí, un año y cinco meses en los que me venían ideas, pero no terminaban de cuajar en mi cabeza. Eran absurdas o se quedaban en nada. Por suerte, yo no vivía (ni vivo aún) de escribir y no necesitaba que se me ocurriera nada para poder seguir con mi carrera, pero sí lo necesitaba para seguir con mi vida.
Escribir ha sido siempre algo intrínseco en mí, las historias se me ocurren desde que era pequeña. Durante toda mi vida había establecido una rutina secreta en la que, cuando me sentía estresada, triste o confusa, yo escribía. Escribía para detener el tiempo, para olvidar la realidad, para comprender algo que había sucedido o para analizar mis propios sentimientos, esos que a veces te vienen sin sentido alguno y no hay nadie que pueda darte una explicación sobre ellos.
Pues bien, de pronto un día, eso se acabó.
No había historias en mi cabeza. No había frases, ni personajes susurrándome en el oído lo que les había ocurrido. No había nada, estaba completamente bloqueada.
Y pensé: está bien, me centraré en mi propia vida. Seguiré haciendo lo que hacía, a excepción de escribir en secreto, y todo irá bien. Estudiaré más y mejor, veré más a mis amigos, podré viajar más y, en definitiva, dejaré de perder el tiempo con algo que no me da de comer.
Eso resultó bien un tiempo. Después volvió el estrés, el cansancio y a veces la tristeza que nos acompaña de vez en cuando, y no tenía forma de ‘resetearme’ a mí misma porque el único método que conocía era mediante la escritura. Probé ir al gimnasio, salir más, leer aún más y centrarme en otros proyectos, pero seguía echando de menos esos personajes que me habían abandonado por completo.
Con esto quiero decir que para mí y para tantas personas, la inspiración es algo fundamental. Es algo que está ahí desde el principio y el vacío que deja cuando desaparece es devastador.
Sin embargo si se analiza fríamente, no deja de ser un bloqueo mental. La científica que (también) vive en mí quiso diagnosticarme la enfermedad para encontrar un tratamiento, y terminé suponiendo que mi mente estaba colapsada por alguna razón, tal vez demasiadas historias contadas que nadie leería nunca, tal vez demasiado cansancio como para arreglarlo escribiendo, que al fin y al cabo también era trabajar…
Así que me dije que solo tenía que esperar y aparecería, la musa volvería.
Y regresó un año y cinco meses después. Sí, demasiado tiempo después. Una eternidad para algunos escritores y la verdad que para mí también. Sin embargo, no había otro momento mejor para su vuelta. Entendí por qué no había estado conmigo en todo ese tiempo.
Nuestra mente solo funciona cuando estamos bien o muy mal, eso es así. Están esos artistas, medio genios locos, que solo encuentran a las musas bajando a la decadencia entre un par de copas de whiskey y estamos los demás, en el otro extremo, como yo, que necesitan resolver todos los problemas reales antes de poder llamar a la puerta de la imaginación.
Y fue esto último lo que me ocurrió. Tenía muchos frentes abiertos en mi vida personal que deseaba cerrar y que por algún motivo no lo hacía (quizá aún tenía cosas que aprender). El caso es que en el momento en el que empecé a encauzar más o menos mi vida (esto lleva su tiempo, de ahí casi un año y medio), mis heridas empezaron a curarse y las musas volvieron trayéndome historias y la idea de emprender este blog.
Por eso mi consejo es que no hay que descender hasta los infiernos para que la inspiración vuelva. Lo que queda allí no servirá para mucho. Lo que sí te ayudará será no presionarte ni apresurarte. Intenta curar lo que te hace daño, ignorarlo y vencerlo. Trabaja en aquello que te bloquea, relaja tu mente (sé que encontrarás la forma de lograrlo), y haz cosas diferentes, arriesga con algo nuevo, ve a otros lugares, habla con otras personas. En definitiva sal de tu rutina, la que posiblemente no te esté ayudando, y harás que la inspiración te encuentre.
Eso y ponte música, a mí siempre me ayuda. ¡Suerte!
Recuerda que puedes comentar qué te ha parecido este post más abajo o compartirlo si te ha gustado.
Hola. Ya va a hacer casi 1 aňo desde que no logro escribir una canción o una historia. Estoy muy bloqueado. Antes era como si me lo estuviesen dictando. Tenía muchísima inspiración. Pero ahora todo eso desapareció. Estoy muy deprimido porque no logro escribir nada 🙁 no se que hacer
Hola Adrian, perdona que te escriba con tanto retraso. Espero que hayas encontrado tu momento y la inspiración te haya llegado. Es fácil bloquearse y las musas dejan de hablarte. No hay que agobiarse. Este bloqueo puede duras días o años, es completamente normal. Simplemente tienes que encontrar lo que te desbloquea. Para mí es viajar, es romper con la rutina y sobre todo salir de tu zona de confort. Cuando tienes que ponerte las pilas o dar más de ti es cuando ves historias o canciones. Por favor, si vuelves a pasarte por aquí, cuéntame qué tal te ha ido! Saludos!
Adrián. Me siento DEMASIADO identificada contigo. Es EXACTAMENTE lo que me esta pasando a mí. ¿Lo conseguiste superar? ¿Cómo?
Buenos dias,Gracias por tus palabras. comenze a escribir a corta edad, muy niño con una facilidad como si me estubieran dictando y dictando, hasta que me separe de mi pareja, los ultimos pensamientos/versos de decepcion se los dedique a ella, y en la actulidad solo me vienen los titulos pero el contenido/el cuerpo me es muy dificil ahora armarlo/expresarlo como quisiera. mi ilusion se fracturo, no he abierto otra venta, eso es estoy seguro.gracias por compartir tus palabras.
Ah! Este es mi sitio por si gustas visitarme http://markoaventuras.wordpress.com
Abrazos!
Leer este artículo me ha tranquilizado. No escribo para vivir, lo hago por gusto, y me encanta compartir mis escritos con los demás, aunque no sean excelentes escritos, pero me agrada ver como otros se emocionan tanto como yo con las historias, mis historias, esas que nacen de la nada, de un rincón oculto en mi interior, que nacen sin explicación, como si una entidad divina se apoderara de mi cuerpo y se expresara mediante mis manos y mi imaginación. Ese gusto me llevó a crear mi propio blog (dejo el link por acá por si gustas visitarme). Inicié muy emocionado el proyecto y creí que sería una buena motivación para seguir escribiendo por estos días en que mi rutina ha sido infernal pero creo que esa rutina malévola ha secuestrado mis musas y no sé qué diablos hacer, he intentando mil cosas, para traerlas de vuelta conmigo. Estoy literalmente bloqueado, me esfuerzo por cambiarlo pero no lo logro. Leerte me ha devuelto la esperanza, me ha reconfortado y me ha hecho creer que pronto podré rescatarlas, que debo ser paciente y en cuanto tenga oportunidad de cambiar esa rutina agobiante y encuentre nuevas aventuras, mis letras volverán ser las de antes, las que extraño, mis niñas. Me haces creer que se fueron de vacaciones y volverán renovadas, más fuertes, más bellas, ya no mis niñas sino mis chicas.
Infinitamente agradecido!
Hola Marco,
Primero de todo, ¡gracias por tomarte la molestia de escribirme este precioso comentario! Me ha encantado ver que te emocionas tanto como yo por las historias. Y me alegra aún más haberte podido ayudar, aunque sea para que respires y estés más tranquilo. Te aseguro que las musas volverán. Están ahí, contigo. Aún no las escuchas pero tarde o temprano lo harás. Hasta entonces vive mucho, disfruta la vida, vive experiencias, tienes que nutrirte de la realidad para después escribir sobre ella.
Un abrazo muy grande. Tu web es preciosa también. ¡Te deseo todo lo mejor!
Silvia Lambda.