Todo es confuso y duele. Tengo que tomar la decisión de levantarme, recoger todas mis cosas y salir de aquí. De este lugar. De él. Ya no hay más. No queda nada más que decir adiós. Un adiós que destroza, pero no hay más opción. No queda amor, no queda camino que deba continuarse a su lado. Y eso duele, por el pasado, por el futuro que ya no será.
Ya no importa. Nada importa. Esto se ha roto. Quizá lo estaba desde hace mucho tiempo. Condenados desde el principio. Dos almas errantes que no se buscaban pero que sí buscaban algo. ¿El qué?
No lo sabemos y eso es lo que lo hace tan insoportable. La impotencia. Ninguno puede cambiar y esto no encaja. No encajamos. Él me acusa de querer convertirnos en piezas perfectas que puedan acoplarse para siempre y yo lo acuso de no entender que un puzle puede dejarse incompleto, pero que siempre se consigue que al menos dos piezas encajen. Nadie se rinde antes. Dos mínimas piezas que nosotros no tenemos. Y debo arrancar mi vida del camino emprendido y sacarla de aquí con un millar de cosas, sin fuerza para trasportarlas y con miedo a caerme de nuevo. De estar renunciando a un gran amor que ahora resulta imposible.
¿Qué nos ha pasado? ¿Qué ha ocurrido? ¿Cómo hemos llegado tan lejos dos almas heridas que no se necesitaban?
¿Por qué duele tanto la despedida? ¿Y por qué tiene que ser así? Con gritos y desafíos y cosas que echarnos en cara. ¿Qué me ha hecho? ¿Qué nos hemos hecho? ¿Y qué nos haremos? ¿Qué le digo a mi corazón sobre lo que ha pasado?
No tengo respuestas para estas preguntas. Se que el miedo es el que me impide reaccionar. Me até a un sentimiento y solo puedo dudar si es o fue real, si alguno de los dos fuimos verdaderamente quien decíamos ser. Yo cambie para encajar con lo que supuestamente debía hacer una mujer enamorada , sin preocuparme si me perdía a mi misma. Y aquí ando pérdida, sin saber si cometimos algún error o esto era lo que tenía que suceder.
Me gusta mucho que podamos participar en la microhistoria. Perdonarme, es la primera vez que escribo algo. Allá va:
Miro atrás y recuerdo cuanto nos queríamos. Esa conexión que teníamos. Con solo mirarnos a los ojos, sabíamos lo que sentíamos.
Donde han quedado esos abrazos, esos besos, en fin, esos sentimientos.
Ahora estoy vacía, no tengo nada, solo los recuerdos. Pero no puedo continuar con eso, porque duele, duele demasiado, tanto que me ahoga.
En este momento, solo queda una solución, tengo que marcharme para no hacernos más daño. Pero siempre tendrás un hueco en mi corazón.
¡Adiós!
Sólo recordar aquella tarde me acusa dolor. Él iba tan guapo con su traje azul marino y ese maletín de piel negro y yo, iba ataviada con mi vestido de flores recién estrenado mientras esperaba al autobús.
Cuando subí a ese autobús y lo vi, no sólo mi corazón dio un vuelco sino que, aunque en ese momento no lo sabía, mi mundo ya no volvería a ser el mismo. Nos sentamos juntos, aún sin conocernos. Y sólo al mirarlo, me ruborizaba como una cría delante de su cantante favorito. Fue tan especial cuando bajó a toda prisa y se le cayeron sus tarjetas…
Ahora, aquí sentada en la habitación donde compartimos tantos momentos veo que no soy esa chica inocente que era cuando me conoció. Él me habrá traicionado, pero tambien me ha cambiado. Ahora soy otra, con otra manera de enfrentar los reveses de la vida. Porque gracias a él he madurado y he vivido. Ahora, aquí sentada, recordando todos y cada uno de los momentos que hemos pasado juntos, puedo decir que en verdad nos quisimos y que, por mucho quebpase el tiempo, él siempre estará en mi corazón pues él en algún momento, fue mi corazón.
No me queda decirle nada ya. Nuestra historia quieras o no ya no tiene arreglo, somos almas sin conexión. Y sí, ha llegado la hora de separar nuestro inolvidable camino en dos. Porque aunque mi corazón sienta un ‘te quiero’,tengo que decir adiós
Mi corazón sigue latiendo por ti, siempre lo hará. Siempre estarás ahí.
Ahora nos toca decirnos adiós, un adiós temporal, porque volveremos a coincidir, en algún lugar, en algún momento, porque nosotros no podemos estar, pero hay algo que nos conecta, nos junta, nos separa. Es la segunda vez que la vida nos junta y nos vuelve a separar. La próxima será la definitiva, porque cuando nos separe una tercera vez, será para siempre.
¡Genial, Elia y Nagore! Bonitos textos, gracias por participar en esta microhistoria.
Se nos acabó el amor ?que pasó?
Fuera lo que fuese debo emprender mi camino Coger todas mis cosas y marchar sin rumbo es la
Mejor decisión que he podido tomar,en este tren sin destino concreto volveré a buscar mi felicidad.
Este tren se asemeja a la
Vida, en la vida pasan muchos trenes y nosotros decidimos si cogerlo o no,y yo decidí coger este.
Tal vez debería haber dejado atrás el móvil, no puedo evitar mirar si me a vuelto a llamar , si me envió un mensaje o algo,pero esto es lo
Mejor .lo
Mejor para todos,así que desconectare el móvil y entonces si pasare página,página a mi antigua vida.
El tren sigue viajando y se aproxima una parada parece una parada de un pueblo pequeño,parece bonito así que comenzare aquí mi nueva vida.
Hola, me encanta que podamos participar en esta microhistoria. Ahí va mi trocito de continuación:
¿Qué le digo a mi corazón sobre lo que ha pasado? Quizá que no quería convertirme en uno de tus demonios. Que no quería sentirme culpable. Lo que pasó, pasó por alguna razón. Al menos ahora nos damos cuenta del error. Más vale tarde que nunca, créeme. Ahora perdóname, sigamos viviendo, avanzando, cambiando aquello que no nos guste si deseamos hacerlo. Algún día nos reiremos de esto, pero hoy… Hoy toca aprender a decir adiós.