Estaba esperándome con tres rosas, a cada cual más agónica. Los pétalos casi se caían. Se deshacían. Estaban secándose en sus manos. Alguna ya oscurecía hacia la muerte. Le rogué a Julieta que las rosas no fueran para mí. Le rogué que la primera persona que me regalara flores no deseara morir con ellas. Continúa […]
Tus mejores años fueron esos… – MICROHISTORIA
Despierta, regresa. Permítete sangrar de nuevo en vez de ignorar esos sentimientos que están muertos. Esas sensaciones que te arrancaste porque no salieron bien. Arriésgate, entrégate a la salvaje juventud y continúa viviendo, persiguiendo las visiones del futuro que dejaste atrás. ¿Lo recuerdas?